Durante el otoño e invierno, las enfermedades respiratorias como la gripe y la neumonía aumentan considerablemente, afectando especialmente a los adultos mayores. Con la edad, el sistema inmunológico se debilita, lo que hace que las infecciones respiratorias sean más frecuentes y potencialmente graves. La neumonía, en particular, representa una amenaza seria para la salud de esta población, por lo que la prevención y el cuidado adecuado son fundamentales.

¿Qué es la neumonía y por qué es peligrosa en adultos mayores?

La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de los pulmones, que pueden llenarse de líquido o pus. Puede ser causada por bacterias, virus o incluso hongos. En adultos mayores, las defensas naturales del organismo disminuyen, lo que los hace más vulnerables a complicaciones, hospitalizaciones y, en algunos casos, al fallecimiento.

Factores de riesgo de la neumonía:

• Edad avanzada (más de 65 años).
• Enfermedades crónicas como diabetes, EPOC o enfermedades cardíacas.
• Tabaquismo o consumo excesivo de alcohol.
• Sistema inmunológico debilitado.
• Gripe no tratada a tiempo.

Síntomas a los que hay que estar atentos

Los síntomas pueden variar, pero en adultos mayores a veces son menos evidentes. Es importante observar:

• Fiebre o escalofríos.
• Tos persistente con o sin flema.
• Dolor en el pecho al respirar o toser.
• Dificultad para respirar o respiración rápida.
• Fatiga, debilidad general o confusión (especialmente en personas mayores).

¿Cómo prevenir la neumonía en adultos mayores?

1. Vacunación

Es la herramienta más efectiva para prevenir tanto la gripe como algunos tipos de neumonía. Las vacunas recomendadas incluyen:

• Vacuna antigripal anual.
• Vacuna neumocócica (existen dos tipos principales: PCV13 y PPSV23).

Consulta con tu médico o en tu centro de salud más cercano sobre la disponibilidad de estas vacunas.

2. Fortalecer el sistema inmunológico

Una buena defensa comienza con un cuerpo fuerte:

• Dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas y cereales integrales.
• Suplementos como vitamina C, D y zinc pueden ser recomendados en caso de deficiencia.
• Dormir al menos 7 a 8 horas diarias.
• Mantenerse activo con caminatas u otras actividades suaves.

3. Higiene y prevención diaria

• Lavarse las manos frecuentemente.
• Usar barbijo en lugares cerrados o con aglomeraciones.
• Evitar el contacto con personas enfermas.
• Ventilar los ambientes cerrados.

4. Atender los primeros síntomas

Una gripe mal tratada puede derivar en neumonía. Por eso es fundamental:

• Consultar al médico ante fiebre persistente o dificultad respiratoria.
• No automedicarse con antibióticos sin receta.
• Seguir el tratamiento completo en caso de prescripción médica.

Recomendaciones para fortalecer el sistema respiratorio en invierno

Durante la temporada de frío, es aconsejable incluir en la rutina diaria algunos recursos que ayuden a mantener las defensas altas y el sistema respiratorio protegido:

• Incorporar multivitamínicos con nutrientes esenciales para adultos mayores.
• Valorar el uso de suplementos con vitamina C, D3 y zinc, previa evaluación médica.
• Utilizar jarabes naturales que aporten alivio a las vías respiratorias sensibles.
• Controlar regularmente la temperatura y la oxigenación en casa con termómetros y oxímetros.

Estos elementos pueden ser útiles para complementar un estilo de vida saludable, especialmente en personas con mayor riesgo.