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Niacinamida, ácido salicílico y glicólico: cómo usarlos bien

Contenido:

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¿Por qué son importantes la niacinamida, el ácido salicílico y el ácido glicólico?

La combinación de niacinamida, ácido salicílico y ácido glicólico se ha convertido en una de las más efectivas dentro del cuidado facial moderno.
Cada uno cumple una función distinta: exfoliar, equilibrar y reparar la piel. Cuando se usan correctamente, ayudan a controlar el acné, reducir manchas y mejorar la textura sin causar irritación.

Beneficios de la niacinamida en la rutina de skin care

La niacinamida o vitamina B3 fortalece la barrera cutánea y regula la producción de grasa. Es ideal para pieles mixtas o sensibles.
Sus beneficios principales incluyen:

  • Reducción de rojeces y poros dilatados.
  • Mejora de la hidratación sin engrasar.
  • Uniformidad del tono y luminosidad.
  • Refuerzo del efecto calmante tras usar ácidos exfoliantes.

La niacinamida puede aplicarse todos los días, tanto de mañana como de noche.

Ácido salicílico: limpieza profunda y control del acné

El ácido salicílico, un beta hidroxiácido (BHA), penetra en los poros para eliminar el exceso de sebo y prevenir brotes.
Es ideal para pieles grasas o con tendencia acneica.

Beneficios del ácido salicílico:

  • Desobstruye los poros y evita puntos negros.
  • Reduce el brillo facial.
  • Mejora la textura de la piel.
  • Disminuye inflamación y rojeces.

Debe usarse preferentemente por la noche, comenzando con bajas concentraciones (0.5–2%) y aplicando hidratante luego.

Ácido glicólico: exfoliación y renovación

El ácido glicólico, un alfa hidroxiácido (AHA), elimina las células muertas y estimula la regeneración celular.
Es excelente para pieles apagadas o con manchas.

Beneficios del ácido glicólico:

  • Mejora el tono y la luminosidad.
  • Atenúa líneas finas y manchas.
  • Suaviza la textura de la piel.
  • Estimula la producción natural de colágeno.

Usarlo por la noche, máximo 2–3 veces por semana, y siempre acompañado de protector solar al día siguiente.

Cómo combinar niacinamida, ácido salicílico y glicólico sin irritar la piel

La clave está en aplicar los productos en momentos distintos para evitar sobreexfoliación.
Una rutina equilibrada puede verse así:

Rutina de día

  1. Limpieza suave.
  2. Suero o crema con niacinamida.
  3. Protector solar SPF 50.

Rutina de noche

  1. Limpieza profunda.
  2. Alternar entre ácido salicílico (para piel grasa o con acné) y ácido glicólico (para manchas y textura).
  3. Finalizar con crema hidratante o calmante.

Consejo: no apliques los tres ingredientes juntos en la misma sesión. La niacinamida puede combinarse después de un ácido, pero siempre con precaución y observando la tolerancia de la piel.

Cuidados y precauciones al usar ácidos exfoliantes

  • No mezcles el ácido salicílico y el glicólico en la misma noche.
  • Evitá usarlos sobre heridas o piel irritada.
  • Siempre aplicá protector solar durante el día.
  • Si tu piel es sensible, limitá el uso de ácidos a 2 veces por semana.
  • Suspendé su uso si hay ardor persistente o descamación excesiva.

Con constancia y cuidado, la combinación de niacinamida, ácido salicílico y glicólico puede lograr una piel más luminosa, equilibrada y saludable.

Conclusión

Usar correctamente niacinamida, ácido salicílico y glicólico no significa aplicarlos todos a la vez, sino integrarlos con estrategia.
Cada uno aporta beneficios únicos que, combinados adecuadamente, mejoran la textura, el tono y el aspecto general de la piel.
Con paciencia y protección solar diaria, tu rutina de skin care puede alcanzar resultados profesionales desde casa.

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