
¿Qué es la preeclampsia?
La preeclampsia en el embarazo es una complicación potencialmente peligrosa que puede afectar tanto a la madre como al bebé. Se caracteriza por presión arterial alta y presencia de proteínas en la orina después de la semana 20 de gestación.
Reconocer los síntomas de preeclampsia en el embarazo a tiempo es fundamental para prevenir complicaciones graves y asegurar un embarazo saludable.
Esta condición se produce por alteraciones en los vasos sanguíneos de la placenta, lo que puede reducir el flujo de oxígeno y nutrientes hacia el bebé. Si no se detecta, puede evolucionar hacia una forma más grave conocida como eclampsia.

Factores de riesgo de preeclampsia en el embarazo
Existen diversos factores que aumentan el riesgo de padecer preeclampsia durante el embarazo:
- Primer embarazo o embarazo múltiple
- Antecedentes familiares de preeclampsia
- Hipertensión previa o enfermedades renales
- Diabetes o sobrepeso
- Edad menor de 18 o mayor de 35 años
- Intervalos largos entre embarazos
Las mujeres con antecedentes de presión alta o problemas renales deben mantener controles prenatales más frecuentes.
Principales síntomas de preeclampsia en el embarazo
La preeclampsia puede desarrollarse lentamente o aparecer de forma repentina. Los síntomas de preeclampsia en el embarazo más comunes incluyen:
- Presión arterial alta persistente (mayor a 140/90 mmHg)
- Hinchazón repentina en rostro, manos o piernas
- Dolores de cabeza fuertes o constantes
- Cambios en la visión: visión borrosa, destellos o sensibilidad a la luz
- Dolor abdominal superior, debajo de las costillas
- Náuseas o vómitos en el tercer trimestre
- Disminución en la cantidad de orina
- Aumento rápido de peso sin causa aparente
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, se debe acudir al médico de inmediato o a un servicio de emergencia obstétrica.

¿Por qué son peligrosos los síntomas de preeclampsia?
Los síntomas de preeclampsia en el embarazo pueden pasar desapercibidos al inicio, pero si no se tratan a tiempo, la enfermedad puede causar complicaciones graves como:
- Daño renal o hepático
- Desprendimiento de placenta
- Restricción del crecimiento fetal
- Parto prematuro
- Convulsiones (eclampsia)
- Riesgo de muerte materna o fetal
Por ello, la detección temprana es clave para prevenir consecuencias serias tanto para la madre como para el bebé.
Diagnóstico de la preeclampsia
El diagnóstico se realiza mediante controles prenatales regulares, donde el médico puede detectar signos de alerta como presión alta o proteínas en la orina.
Las pruebas más comunes incluyen:
- Medición de la presión arterial
- Análisis de orina y sangre
- Ecografías de control fetal
- Evaluación de la función hepática y renal
Un control adecuado durante el embarazo permite identificar los síntomas de preeclampsia antes de que avancen.

Tratamiento y cuidados frente a la preeclampsia
El tratamiento depende de la gravedad y del momento del embarazo. Las medidas principales incluyen:
- Reposo y seguimiento médico constante
- Medicamentos antihipertensivos indicados por el especialista
- Monitoreo fetal por ecografía y control del flujo placentario
- En casos graves, inducción del parto o cesárea para proteger la salud materna y fetal
Nunca se deben automedicar fármacos durante el embarazo, ya que pueden afectar el desarrollo del bebé.

Cómo prevenir la preeclampsia
Aunque no siempre puede prevenirse, existen hábitos que reducen significativamente el riesgo:
- Mantener una alimentación equilibrada y baja en sodio
- Controlar el aumento de peso durante el embarazo
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco
- Asistir puntualmente a todos los controles prenatales
- Realizar actividad física moderada, si el médico lo permite
Conocer los síntomas de preeclampsia en el embarazo y acudir a revisiones médicas regulares son pasos fundamentales para proteger tu salud y la de tu bebé.
